CUANDO TE NOMBRAN
Cuando te nombran,
me roban un poquito de tu nombre;
parece mentira,
que media docena de letras digan tanto.
Mi locura seria deshacer las murallas con tu nombre, iría pintando todas las paredes,
no quedaría un pozo
sin que yo asomara
para decir tu nombre,
ni montaña de piedra
donde yo no gritara
enseñándole al eco
tus seis letras distintas.
Mi locura sería,
enseñar a las aves a cantarlo,
enseñar a los peces a beberlo,
enseñar a los hombres que no hay nada,
como volverme loco y repetir tu nombre.
Mi locura sería olvidarme de todo,
de las 22 letras restantes, de los números,
de los libros leídos, de los versos creados.
Saludar con tu nombre.
Pedir pan con tu nombre.
- siempre dice lo mismo- dirían a mi paso, y yo, tan orgullosa, tan feliz, tan campante. Y me iré al otro mundo con tu nombre en la boca,
a todas las preguntas responderé tu nombre
- los jueces y los santos no van a entender nada-
Dios me condenaría a decirlo sin parar para siempre.
ya ves qué tontería
Ya ves qué tontería,
me gusta escribir tu nombre,
llenar papeles con tu nombre,
llenar el aire con tu nombre;
decir a los niños tu nombre,
escribir a mi padre muerto
y contarle que te llamas así.
Me creo que siempre que lo digo me oyes. Me creo que da buena suerte.
Voy por las calles tan contenta
y no llevo encima más que tu nombre.
PIENSO MESA Y DIGO SILLA
Pienso mesa y digo silla, Compro pan y me lo dejo,
Lo que aprendo se me olvida, Lo que pasa es que te quiero.
La trilla lo dice todo;
Y el mendigo en el alero, El pez vuela por la sala El toro sopla en el ruedo.
Entre Santander y Asturias Pasa un río, pasa un ciervo, Pasa un rebaño de santas, Pasa un peso.
Entre mi sangre y el llanto Hay un puente muy pequeño, Y por él no pasa nada,
Lo que pasa es que te quiero.